Estoy feliz, por compartir con vosotros mi presentación del libro infantil “Queca y el Elfo de las Abejas” que fue llevada a cabo en un edificio muy entrañable para mi; hoy, es la casa Museo de Mijas, en mi infancia, era el Ayuntamiento y la Jefatura de la Policía Local.
Volver a ese lugar tras treinta años de ausencia fue subir a un vagón vertiginoso que me transportó a mi pasado; sólo me separaba una pared de aquella habitación donde nací, la casa donde me crié junto a mis herman@s, mis queridos padres, ese gallinero con pavos que me aterraban, un precioso perro “canario” que nos acompañaba al colegio y puntualmente nos esperaba a la salida, el olor a pan recién horneado en leña, de Reimundo, o el de las castañas de Juan, la heladería de Ana, el sonido de las máquinas de coser de las costureras y hermanas Pérez, la sala de juegos con futbolines de Isabel, el almacén de carbón para las “copas” (braseros) de Josefa, la primera tienda de souvenirs “El Buitre”… y esa niña con 12 años que disfrutaba escribiendo sus disparatadas historias, esa niña que a pesar de su imaginación desbordada, nunca llegó a imaginar, que pasado muchos años, a escasos metros de donde se encontraba, en una de las habitaciones del edificio de al lado, estaría dedicándose su primer libro infantil con sus ilustraciones, una historia que no seria inventada sino una realidad vivida por sus hijos… Que estaría acompañada por los medios de Comunicación Local y la entrevistarían. Por el Coordinador de Cultura Paco Gutiérrez, por sus amig@s de infancia, familiares, desconocid@s, su pareja, y por sus queridos hijos…, que hablaría sobre sus vivencias, que proyectaría la presentación que ella realizaría para presentar a su protagonista “Queca”, que el público reiría y conversarían en un tono entrañable y emotivo. Que vendería muchos ejemplares y luego, luego los dedicarías con gran agradecimiento…
La Casa Museo de Mijas fue el vagón que me transportó al pasado y me devolvió al presente para disfrutarlo.
¡¡Gracias a todos los que me acompañasteis!!
