Mis comienzos; en Mijas Pueblo.

Todo comenzó un día con un regalo de cumpleaños: un diario... con bonitas tapas de color burdeos y un pequeño candado con forma de corazón... sus hojas blancas y filo dorado...

Mi día a día era tan aburrido y monótono, que tal como lo abría lo cerraba.

Un buen día ocurrió, que mis padres me castigaron por haber desobedecido sus órdenes y haber ido por la noche a un lugar llamado "la muralla", situada a una altitud de 428 metros sobre el nivel del mar, por entonces, allí se encontraba la Iglesia de la Inmaculada y el Cementerio... y unas vistas impresionantes de la Costa Mediterránea -nuestra Costa del Sol- y parte de África; me encantaba ir con mi amigo Pedro a ver las estrellas fugaces, identificar las constelaciones e imaginarnos mil y una historias sobre "marcianos". Ocurrió, que una de esas noches de verano, salió de la cueva que existía bajo nuestros pies "un alma en pena gritando" que revoloteó muy cerca de nosotros y huimos muy asustados; mi amigo Pedro nunca me contó lo que le ocurrió al llegar a su casa, yo a él tampoco... El "alma en pena gritando" resultó ser un búho real que habitaba en la cueva ... pero nunca más regresamos a ese lugar.

Con doce años y en una de esas noches de castigo, abrí mi diario y desde entonces, las hojas blancas me trasladan cada noche a lugares imaginarios...